El desarrollo rural seguirá siendo problemático si no se proporcionan y se mantienen funcionales los recursos adecuados.
Además de promover las condiciones para un buen funcionamiento social, es preciso apoyar la productividad facilitando la infraestructura esencial. Aparte del apoyo al regadío, que en la mayoría de los casos es una condición crucial, la infraestructura para el desarrollo rural consiste en el transporte, instalaciones para el almacenamiento y la comercialización de los productos, aunque también puede incluir el suministro de energía eléctrica y otros servicios públicos, bien sea conectándolos a la red pública o a instalaciones individuales.
AESA se esfuerza por fomentar la infraestructura para el desarrollo rural prevista por cualquier proyecto asignado, en plena coordinación y conformidad con las políticas y programas locales, especialmente en lo que se refiere a los recursos hídricos y el desarrollo de regadíos.
Con este fin, AESA proporciona una combinación de capacidades de asistencia técnica a nivel internacional y nacional, garantizando un riguroso nivel en la concepción, diseño, análisis de viabilidad, contratación y supervisión de obras, procedimientos operativos y de gestión, servicios de vigilancia y evaluación para proyectos de infraestructura rural y para inversiones en regadíos, en particular.